En esta actividad, nos centramos en trabajar la máxima de Baloo, "el lobato está siempre alegre", un principio que busca fomentar una actitud positiva y la capacidad de disfrutar de los momentos de la vida. Para llevar a cabo esta reflexión, comenzamos realizando un vídeo foro sobre la película Hermano Oso, una historia que nos muestra cómo los personajes enfrentan desafíos emocionales y descubren el verdadero significado de la felicidad. A través de esta película, los niños pudieron conectar con las emociones de los personajes, lo que les permitió analizar cómo gestionaban sus sentimientos en situaciones complicadas.

Una vez finalizado el visionado, iniciamos un debate en el que planteamos preguntas clave sobre las emociones que experimentaban los personajes a lo largo de la película. Les preguntamos cómo reaccionaban ante la tristeza, el miedo y la ira, y qué decisiones tomaban para superarlas. De esta manera, invitamos a los participantes a reflexionar sobre la importancia de reconocer y gestionar las emociones para alcanzar una vida más equilibrada y feliz, como los personajes en la película. Fue un espacio en el que los niños compartieron sus pensamientos y se dieron cuenta de que, al igual que los personajes, ellos también pueden tomar el control de sus emociones.

Finalmente, profundizamos en la búsqueda de la felicidad, un tema central de la película. A través de preguntas orientadas, exploramos cómo los personajes descubren que la felicidad no depende de lo que poseen, sino de las experiencias compartidas y el amor hacia los demás. Los niños pudieron identificar que, al igual que en Hermano Oso, la verdadera felicidad llega cuando aprenden a valorar lo que realmente importa. Esta reflexión les permitió entender que estar alegres no significa estar siempre sin preocupaciones, sino saber gestionar las emociones y aprender a disfrutar de las pequeñas cosas que nos rodean.