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CASTORES

COLONIA TIERRA DE FUEGO

Los Castores, también conocidos como la Colonia, comprende a los niños y niñas de 6 a 8 años y representan una etapa crucial en el Movimiento Scout. Es la primera vez que estos niños y niñas salen de casa y comienzan a explorar el mundo más allá de su entorno familiar. A través de sus ojos curiosos, contemplan con asombro todo lo que les rodea, desarrollando su creatividad y vinculando el mundo de las ideas con la realidad.

Aquí tienes una ampliación de los contenidos:

  • Organización en Colonias: Los Castores se agrupan en Colonias, donde aprenden a vivir en comunidad y a participar activamente en las actividades junto a otros niños de su misma edad. El lema “Compartir” es fundamental en esta etapa, fomentando la igualdad y la solidaridad entre ellos. A través de juegos y canciones, van desarrollando rutinas y asumiendo responsabilidades.
  • Desarrollo de la Imaginación: El juego es una herramienta clave para los Castores. A medida que participan en actividades lúdicas, desarrollan su imaginación y creatividad. Los adultos, como guías, se sumergen en el mundo de los niños, hablando su mismo lenguaje y educándolos en diferentes áreas y responsabilidades.
  • Adquisición de Responsabilidades: En esta etapa, es fundamental que los Castores adquieran responsabilidades tanto personales como colectivas. Desde hábitos de higiene corporal hasta conceptos como “cada cosa tiene su sitio” o la importancia de colaborar en la limpieza después de una actividad.
  • Autonomía y Capacidades: Los niños y niñas de 6 a 8 años se convierten en personitas más autónomas. Aprenden a resolver situaciones y adquieren habilidades que los acompañarán a lo largo de su vida. Las excursiones, campamentos y visitas educativas les permiten descubrir el mundo que los rodea. Comparten estas experiencias no solo con adultos, sino también con otros niños de su misma edad, desarrollando intereses tempranos en áreas que les gustan.
  • Identificación de Emociones: En la Colonia, los Castores comienzan a acercarse y convivir con sus iguales y con otras personas adultas. Trabajan su autonomía y exploran diferentes hábitos de higiene y alimentación. Además, empiezan a identificar y comprender sus propias emociones.