
Este fin de semana vivimos una experiencia muy especial con nuestra esculta. Y es que no todos los días se tiene la oportunidad de participar en un taller ideado, organizado y llevado a cabo por los propios escultas. Una actividad que, más allá de lo creativo, fue un ejercicio de identidad, trabajo en equipo y expresión simbólica.
El taller consistió en diseñar y crear símbolos representativos de la esculta, y lo hicimos a través de dos elementos clave: la pañoleta de la vaca Audumbla y una bandera personalizada para la esculta.
Hicimos una pañoleta para nuestra vaca Audumbla, figura mitológica que hemos adoptado como símbolo de nuestra esculta. Los escultas aportaron ideas y significados, reflexionando sobre lo que este símbolo representa para nosotros como esculta: origen, fortaleza… y también ese toque de humor que no puede faltar en nuestras reuniones.
La segunda parte del taller fue la creación de una bandera propia. Aquí nos dejamos llevar por la imaginación y la colaboración. Queríamos una bandera que no solo nos identificara visualmente, sino que también contara una historia: la nuestra. Tras debatir propuestas, elegir materiales y ensuciarnos bastante las manos, conseguimos un diseño que nos representa a todos y que ondeará orgullosamente en nuestras acampadas y actividades.
Más allá del resultado final, lo más valioso fue el proceso. Ver a los escultas tomar las riendas, organizarse, escucharse, y trabajar juntos hacia un objetivo común fue simplemente inspirador. Este tipo de talleres refuerzan el sentimiento de pertenencia, fomentan la creatividad y, sobre todo, hacen que cada miembro sienta que su voz y sus ideas cuentan.
Sin duda, una reunión para recordar… ¡y para repetir!
